De
entre todas las virtudes atribuidas a esta planta, cabe destacar que es un buen
estimulante del apetito, debido al principio amargo existente en la raíz y
hojas.
Y actúa como una excelente función de drenaje hepático-renal.
Estimula
la secreción de bilis de la vesícula
y las vías biliares.
Sangre: Tienen
un contenido bastante alto de vitamina A, calcio y potasio; también son buena
fuente de hierro, cinc, boro, sodio y vitaminas B, C y D. Es un suplemento
útil para purificar y fortalecer la sangre: aumenta la producción de glóbulos
rojos, elimina el ácido úrico y regula la tensión arterial, se recomienda para
remediar la anemia.
casos de diabetes:
La raíz contiene azúcares que son relativamente fáciles de digerir por las
personas diabéticas: en primavera contiene levulosa (fructosa) y en otoño ésta se cambia
por la inulina (polisacaridos), ambas son más fácilmente asimiladas que la sacarosa y otros
azúcares comunes.
Riñones y vías urinarias: Durante siglos se ha empleado para
estimular y purificar los riñones; se ha recomendado para remediar infecciones
urinarias y cálculos (piedras en los riñones).
Al contrario de otros diuréticos
que provocan una pérdida de potasio, el diente de león no disminuye el potasio
en el cuerpo.
Digestión: Es
un tónico amargo y laxante suave; estimula el apetito y la producción de bilis.
Se ha utilizado para aliviar el estreñimiento, inapetencia y trastornos gástricos.
Hígado
y piel: Tradicionalmente la salud de la piel se ha considerado muy
vinculada al bienestar del hígado. El diente de león es un remedio eficaz
contra las afecciones hepáticas y se ha empleado como remedio para problemas
que se deben a la acumulación de toxinas en el cuerpo. En la medicina
tradicional se ha utilizado para aliviar la ictericia, hepatitis, congestiones
del hígado, cáncer y tumores, edema, erupciones de la piel, eccema psoriasis y
otras enfermedades de la piel. Una infusión de la flor también se puede
aplicar a la piel para lavar las áreas afectadas.
Otros
usos: El diente de león también se ha recomendado para artritis,
reumatismo y otros trastornos crónicos de las articulaciones, problemas
ginecológicos como equilibrar la menstruación y aliviar inflamaciones, tumores y abscesos en los senos.
Debido
a que actúa generando un aumento de la eliminación de líquidos del organismo y
también a que posee propiedades digestivas, que regularizan los procesos de
digestión, se considera a la infusión de diente de león como un
adelgazante natural.
Habitualmente
se emplea para ayudar a controlar los niveles de colesterol en la sangre.
Además el té de diente de león es un depurador del hígado, ya que ayuda a
eliminar toxinas, facilitando el funcionamiento hepático.
La infusión
de diente de león debe prepararse hirviendo un litro de agua mezclado con
hojas y flores de esta planta durante 3 minutos. Luego se deja reposar y se
cuela la infusión. Es recomendable consumir 2 a 3 tazas diarias.